1.4. Coacciones directas a la población

Los datos son importantes para comprender la falacia esgrimida por los eugenistas de que las esterilizaciones fueron voluntarias.
Incluimos más datos sobre este punto en el capítulo de la esterilización porque los engaños y coacciones a los que son sometidas las mujeres del Tercer Mundo para que se dejen esterilizar o utilicen anticonceptivos son variados. Se les prometen miserables compensaciones en dinero y créditos; también números de la lotería, ropa, comida, asistencia médica, materiales de construcción, depósitos de agua, carnets para saltarse las colas, descuentos en medicinas, modistas, peluqueras; o incluso un paseo en autobús, o la posibilidad de conseguir un trabajo si presentan un certificado de esterilización, etc.
Inversamente, si no aceptan esterilizarse se las amenaza con negarles la construcción de una carretera, la entrega de alimentos en una catástrofe, o se les ponen limitaciones en la escolarización de sus hijos y en la asistencia sanitaria. (Ver otros ejemplos en el capítulo de esterilización).
Incluso en los sitios donde no se recurre directa o visiblemente a la coacción para que las mujeres consientan una injerencia de la fecundidad, tampoco puede hablarse de una decisión libre. El método más difundido para la imposición de programas de control de población es la motivación mediante prestaciones materiales. Las mujeres dispuestas a limitar su fecundidad reciben una cantidad de dinero, ropa o créditos. Las parejas que recurren a la planificación familiar reciben créditos y medios de producción bajo condiciones muy favorables. También en este caso se trata de una forma de chantaje, aunque a primera vista no lo parezca.

India

El Ministerio de Salud Indio, para instar la aceptación de las esterilizaciones, emitió cartas verdes que permiten saltarse la cola en ciertos servicios a quienes acepten ser esterilizados, así como recibir cinco billetes de lotería del estado para el próximo sorteo. Este sistema de «cartas verdes» además tendrá preferencia a la hora de la concesión de empleo, tendrá asistencia médica y financiera; los hijos y las hijas de estas personas no tendrán que pagar matrícula en cursos profesionales y tendrán prioridad en la distribución de tierra y parcelas para la construcción; derecho a 20 bambús y 10 vigas de madera en el almacén forestal; más permisos para abrir tiendas; prioridad en la distribución de cemento; concesión de préstamos para adquirir ganado, cavar pozos, bombas de agua y plantas de biogás.
El gobierno de Kerala anuncia una lotería exclusivamente para aquellos hombres y mujeres que acepten ser esterilizados.

Bangladesh

En Bangladesh las mujeres que se dejan esterilizar por su propia voluntad reciben 175 taka (unas 1.400 pesetas); esto es más que el ingreso medio mensual per cápita. Reciben, además, un sari (vestido tradicional) que ellas mismas nunca podrían pagar.

Tailandia

En Tailandia, la motivación individual es reforzada por la presión social. Un pueblo, en donde el número deseado de parejas hace uso de métodos anticonceptivos, recibirá un depósito de agua o un determinado contingente de fertilizantes o semillas. En la India, a las mujeres que se dejan esterilizar se les paga entre 100 y 300 rupias, el equivalente a unos 12 a 35 jornales de un bracero.
En Tailandia, la Population and Development Association (PDA, Asociación de Población y Desarrollo), la institución de planificación familiar más grande del estado, lleva a acabo un denominado «programa de cría de cerdos» bajo el lema «Deja el próximo embarazo al cerdo». Las mujeres que hacen uso de anticonceptivos reciben lechones para el engorde, así como pienso a bajo precio. Con este programa, las mujeres no consiguen alcanzar la prometida autosuficiencia e independencia; pasan a depender del suministro de pienso por parte de la PDA y ni tan siquiera se les permite vender los animales engordados en el mercado, sino que tienen que entregárselos al PDA, quien les paga, a cambio, unas cantidades míseras y que comercializa luego los animales en su propio beneficio.
Según un modelo parecido funciona el programa Small Farmers Fair Price (precios justos para pequeños granjeros). En este caso, las campesinas que practican la planificación familiar (véase íbidem) reciben primero los créditos para semillas y fertilizantes. Los alimentos producidos son posteriormente comprados por la PDA bajo condiciones relativamente favorables. Dado que las mujeres tienen que pagar los créditos con las ganancias obtenidas, no logran escapar casi nunca de la dependencia del PDA y obtener unos ingresos realmente independientes. La PDA vendía parte de los alimentos producidos por las campesinas a un campo de refugiados en la frontera con Camboya. Junto con el Alto Comisionado de Naciones Unidas Para los Refugiados (ACNUR), ofrecía a las personas refugiadas alimentos y planificación familiar. Cabe preguntarse si la entrega de alimentos estaba condicionada al empleo de métodos anticonceptivos.
En el campo se celebran competiciones en las que se pide a un grupo de hombres que abra un paquete de condones y los hinchen hasta que exploten. En las escuelas, a los niños se les enseña a recitar poemas y cantar la canción de planificación familiar Tai.
También pueden dar productos agrícolas no perecederos y productos de artesanía a los distribuidores del PDA para que los lleven al mercado. Los distribuidores traen al mercado abono, semillas, etc., que son vendidos a un precio rebajado. Para los usuarios de anticonceptivos, el precio de las medicinas, modistas y peluqueras es más bajo.
Se ofrecen préstamos de seis meses para construir letrinas y pozos par la familia, construcción de tanques para almacenar agua de lluvia (decorados con símbolos que indicaban el tipo de anticonceptivo utilizado).
Dicho proyecto estaba financiado por el Population Crisis Committee, una organización privada de Washington DC (Estados Unidos), en concepto de fondo de préstamo condicionado. (Incentivos positivos es lo mismo que coacción).

Singapur

En Singapur, las mujeres con alto nivel de educación son motivadas a través de distintos estímulos a tener más niños, mientras que las mujeres con bajo nivel son incentivadas a renunciar a tener hijos. Por ejemplo, a los niños de madres con formación académica se les está garantizando el ingreso a las mejores escuelas primarias, siempre y cuando sus madres tengan más de dos niños; además, se está discutiendo la posibilidad de rebajar los impuestos a mujeres con una buena formación profesional.
Por otro lado, se desarrollaron una serie de medidas para disuadir a las mujeres de bajo nivel escolar a que tengan más niños. Con el tercer hijo, tienen que asumir los altos costes que conllevan la atención médica durante el embarazo y la hospitalización durante el parto. La escuela de sus hijos sólo la pueden elegir voluntariamente si se dejan esterilizar después del nacimiento de su segundo hijo.
Las coacciones sobre la obtención de trabajo están presentes en muchos estados:
En Brasil, las mujeres negras sólo pueden conseguir un trabajo si presentan un certificado de esterilización.
El Instituto Pontificio de Misiones Extranjeras confirmaba que es frecuente que las empresas exijan a las mujeres brasileñas su certificado de esterilización.
En Sudáfrica y Puerto Rico, las mujeres sólo pueden trabajar si muestran su certificado de esterilización o demuestran que utilizan anticonceptivos.

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