4.5. Las campañas de esterilización forzada en el Perú

LOS REGÍMENES PERUANOS Y LAS CAMPAÑAS DE ESTERILIZACIÓN FORZOSA

Los programas de “planificación familiar” en Perú aplicados por los diferentes gobiernos pretenden disimular la crisis del estado peruano. Analicemos algunos elementos sobre ello: El Perú cuenta hoy con 24.000.000 millones de habitantes. 12.059.000 son mujeres. Más de 6.000.000 de mujeres viven en extrema pobreza. Sin contar el trabajo doméstico, 1/4 de la población económicamente activa (7.109.527) está conformado por mujeres. De los 2.104.755 de mujeres económicamente activas, la mitad (52%) se encuentran en el sector informal (INEI 1997). 6.259.000 (52%) de mujeres en el país tienen entre 15 y 49 años, es decir que se encuentran en edades fértiles. Dos tercios residen en las regiones rurales en situación de extrema pobreza. (Ministerio de Salud). Mortalidad materna: En el periodo 1990-1993 el registro de decesos llegaba al 5%. La tasa de mortalidad materna en 1991-1992 fue de 261 por 100.000 nacimientos (408 por 100.000 nacimientos en las regiones rurales). En 1996 la tasa fue de 265 por 100.000 nacimientos.
Mortalidad infantil: 52 por 1.000 nacidos. Cada año mueren 29.473 niños de menos de 1 año. Cada día mueren 80 niños. El 50% de los niños del primer año escolar presentan un déficit de talla en relación a su edad, consecuencia de un déficit crónico de nutrición. El 57% de niños de menos de 5 años sufren de anemia (ENDES 1996). 1.425.000 de los niños entre 6 y 17 años trabajan. 433.000 de ellos tienen menos de 12 años. La mayoría trabajan en condiciones de alto riesgo (INEI 1995). Muchas niñas trabajan como empleadas domésticas sin ningún sistema de protección social. Esta realidad -además de la tasa elevada de pobreza del pueblo peruano (70% según la INEA)- es la expresión de la crisis en la cual se encuentra el capitalismo burocrático y el estado peruano, crisis que cae principalmente sobre las espaldas del pueblo. Esta crisis no se debe a un desmesurado “crecimiento demográfico” ni a “los padres que engendran de manera irresponsable” como pretende hacerlo creer la dictadura fascista peruana, esta se debe principalmente a la dictadura ejercida por los grandes terratenientes y la gran burguesía peruana al servicio del imperialismo norteamericano en contra de la inmensa mayoría de la población peruana que es la que sufre las consecuencias de esta terrible explotación.

EL RÉGIMEN DEL APRA Y LA ESTERILIZACIÓN FORZOSA

Durante el gobierno de Alan García (1985-1990) se desarrolló un “Programa de Planificación Familiar” que constituyó uno de los primeros ensayos médicos de estilo nazi dirigido a aniquilar las masas pobres del Perú, creyendo que así podrían parar la rebelión del pueblo. Juana Quispe Sánchez, madre de familia habitante del pueblo joven “San Juan Bautista” III Etapa en Comas (Lima), fue entrevistada por el Diario de Lima en 1989 y declaraba: “Los planes de control de natalidad son preparados y enviados por las superpotencias imperialistas, ellos tienen miedo de nosotros, no quieren que nuestro pueblo crezca y la rebelión se fortifique”; “Es por ello que nos envían y ofrecen sus contraceptivos. En sus seminarios ellos culpabilizan a nuestras mujeres y también a los hombres acusándonos de ser los responsables de la miseria y del hambre que padecen nuestros hijos”. “El objetivo de esta política es el de aniquilar a la clase obrera, al pueblo que lucha para acabar con el viejo orden, para romper nuestras cadenas”.
En 1990 Kenyo Fujimori llega al gobierno con el apoyo del APRA y de la Izquierda Unida (IU). El año 1991 es llamado “Año de la Planificación Familiar”. Esta campaña escondía una mayor opresión del imperialismo norteamericano a través de una política que apuntaba a diezmar a la población peruana. Con este objetivo los planes de control de natalidad se aplicaron sobre todo a las masas oprimidas en las ciudades y en la sierra peruana.

EN QUE CONSISTIÓ LA “PLANIFICACIÓN FAMILIAR” EN 1991

En el primer año del régimen de Fujimori la “Planificación Familiar” apuntaba a convencer a las familias para hacerse un control “voluntario” de natalidad. Con este fin difundían la idea según la cual el bienestar económico-social era posible con un núcleo familiar reducido. De esta manera el régimen quería mostrar que la miseria que padecían los niños era responsabilidad de los padres que engendraban “de manera irresponsable”, “sin control”, esto con el fin de esconder a los verdaderos responsables de la miseria y de la explotación de nuestro pueblo.
Esta “Planificación Familiar” fue promovida por diferentes organismos e instituciones como: INPARES, PARFAM, BENFAM, Asociación Laica Familiar y otros organismos que fueron financiados por entidades imperialistas que recibieron el apoyo del estado peruano. El estado aplicó estos programas a través del Ministerio de Salud, el Instituto Peruano de la Seguridad Social, el Instituto de la Salud de las Fuerzas Armadas y de la Policía. Los métodos empleados en estos programas, lejos de buscar el bienestar del pueblo, constituían un peligro contra la vida. Muchos fueron los casos de infecciones, perforaciones intra-uterinas, o efectos secundarios ocasionados por las drogas anticonceptivas.

PROGRAMA DE SALUD REPRODUCTIVA Y PLANIFICACIÓN FAMILIAR (1996-2000)

En 1996 la dictadura fascista peruana lanza nuevamente una campaña de esterilización masiva destinada a aniquilar la pobreza liquidando a los futuros pobres. A través del “Programa de Planificación Familiar” hasta el año 1998 más de 300.000 mujeres han sido ya esterilizadas por la fuerza y miles de hombres también a través de la vasectomía. El Programa de Planificación puesto en marcha es promovido por la Agencia Internacional de Desarrollo, ONG norteamericana. En un documento de esta agencia titulado: “Objetivo Estratégico Nº3: Mejorar la Salud, añadiendo la Planificación en la población de Alto Riesgo”, podemos ver los diferentes programas destinados a la “Planificación Familiar”. Entre ellos existen dos que merecen nuestra atención:
Programa de Salud Reproductiva en la Comunidad (Reprosalud) que se aplica en el 70% de las regiones del Perú (Ancash, Ayacucho, Ica, Huancavelica, Apurímac, La Libertad, Lambayeque, San Martín, Ucayali, Moquegua, Puno y Tacna). Tienen como objetivo la utilización de métodos de “planificación familiar”. Este programa presenta dos componentes muy importantes: La esterilización propiamente dicha y la ayuda a los grupos de madres (comedores para los niños) y asociaciones de madres. En este programa los dos componentes están asociados, es decir, que por lo general las mujeres fueron llevadas a practicarse la intervención quirúrgica a cambio de alimentos, con mentiras de que eran vacunas, todo esto aprovechando la situación de extrema pobreza de la mayoría de estas mujeres. Programa de Apoyo a la Planificación Familiar. Este se aplica a nivel nacional a través del Ministerio de la Salud y las ONG Prisma, Pathfinder International (2) y otros organismos. Este programa apunta a esterilizar a la “población de alto riesgo” es decir, el campesinado principalmente pobre y los pobladores de las barriadas de Lima y de otras grandes ciudades.
En 1996, la abogada Giulia Tamayo se encontraba en Huancabamba (Piura) donde se desarrollaba en el mismo momento una campaña de esterilización. Esto constituye el primer indicio para Giulia Tamayo de la campaña de esterilización forzosa escondida bajo la forma de “Planificación Familiar” aplicada por el gobierno peruano y que dará lugar al informe “Nada personal”. Este documento preparado por la abogada, denuncia los abusos cometidos en la campaña de esterilización forzosa: engaño, violencia, amenazas contra la persona objeto de esterilización o hacia su cónyuge, esterilización a cambio de comida, esterilización durante otra operación: (post-parto, post-aborto...), engaño sobre el carácter irreversible de la operación, sistema de cuotas a nivel nacional exigida por el gobierno a los médicos. Los objetivos perseguidos por el estado peruano son:
100.000 esterilizaciones en 1996
130.000 esterilizaciones en 1997
165.000 esterilizaciones en 1998

El Instituto Nacional de Estadística contabilizó 87.761 ligaduras de trompas en 1996. Según los médicos especializados el objetivo en 1997 fue alcanzado. El 14 de marzo de 1998 Giulia Tamayo fue atacada en la entrada de su domicilio.
El 30 de junio de 1998 Giulia Tamayo presentó el vídeo “Silencio y complicidad, violencia contra las mujeres en los Servicios Públicos de Salud en Perú” en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Durante su ausencia su domicilio fue saqueado.
El Ministro de Salud, Eduardo Yong Motta declaró en enero del mismo año a Radio Programas del Perú: “Los hechos no son tan graves como lo presentan”. Yong hizo constatar que menos de 1000 mujeres murieron como consecuencia de la esterilización. “1000 decesos sobre 100.000 personas, significa que la campaña ha sido un éxito” dijo Yong para finalizar la entrevista. El martes 21 de octubre de 1998 el domicilio de la abogada Giulia Tamayo fue saqueado una vez más por los esbirros de la dictadura fascista peruana. Los esbirros se llevaron el material de trabajo de la abogada (ordenadores, cámara de vídeo, agendas y archivos).

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